Propietarios preparan una demanda colectiva contra Vía Célere por el estado “lamentable” de sus pisos
Paredes torcidas, techos agrietados, ventanas mal selladas, suelos ondulados que se mueven, goteras y olor a humedad. Son algunos de los problemas que desde hace más de un año sufren los propietarios del edificio “Residencial Vía Célere. Embajadores III” de Madrid. La finca, construida en 2019 por Bauen y comercializada por la promotora Vía Célere, cuenta con 40 viviendas de entre 2,3 y 4 habitaciones que han costado una media de 500.000 euros. Los vecinos del inmueble aseguran que viven una auténtica pesadilla desde que adquirieron sus viviendas, y preparan una demanda colectiva contra Vía Célere para exigir compensaciones.
“No queríamos recurrir a esta vía, pero es de justicia que nos arreglen las cosas. Es una humillación continúa el trato que tenemos con el departamento de postventa de Vía Célere. Prometen que vendrán a reparar las cosas, pero lo hacen tarde y mal. Hemos mandado decenas de correos electrónicos, llamado muchas veces por teléfono y hasta hemos enviado dos burofaxes. Llevamos 16 meses suplicado que nos hagan caso. Es desesperante. ¡Hasta teníamos una salida de aguas fecales metida directamente en casa y todos los cristales del edificio están puestos al revés! El estado de los pisos es lamentable», denuncia uno de las propietarios afectados, que asegura haber pagado más de 800.000 euros por su vivienda.
La finca, construida en 2019 por Bauen y comercializada por la promotora Vía Célere, cuenta con 40 viviendas de hasta 4 habitaciones que han costado una media de 500.000 euros
Un perito ya ha examinado 24 viviendas del edificio de Embajadores III y está elaborando un informe para iniciar las acciones legales pertinentes. Los problemas del “Residencial Vía Célere. Embajadores III” son generalizados en todo el edificio, según los vecinos, aunque a algunos propietarios les afecta más que a otros. También hay desperfectos en las zonas comunes, por lo que la comunidad de vecinos se plantea sumarse a las acciones legales. Lo decidirá en los próximos días.
Otro de los propietarios del edificio de Embajadores también denuncia múltiples desperfectos en sus viviendas: “Las ventanas estaban sin sellar cuando compramos el piso. Entraba tanto aire que los estores se movían. Han arreglado el problema, pero lo han hecho mal. Además, la escayola del techo esta rajada y las puertas están golpeadas, se mueve o no llegan al suelo». El mismo afecto explica que cuando realizó la visita de cortesía en 2019 -antes de comprar el piso- detectó ciertos problemas en la vivienda, y así se lo hizo saber a la empresa. «Pensé que eran problemas puntuales, pero cuando entramos a vivir nos dimos cuenta de que había más desperfectos. Los problemas son estructurales», dice.
La promotora controlada por el fondo Värde Partners y participada por Marathon explica a este periódico que el servicio postventa ha mantenido contacto constante con los vecinos que han comunicado alguna incidencia, «tanto de forma telefónica como con visitas a los domicilios, para analizar y dar respuesta a sus demandas lo antes posible”.
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